Hablar de multiculturalismo es hablar de diversidad, pero a pesar de ser un concepto que puede aplicarse tanto a la filosofía política como a la sociología, aquí estamos llevándolo al terreno de la ficción y más concretamente, al de la fantasía. Es más, cerrramos el círculo todavía un tanto hasta reducirlo al nicho de la Fantasía Heroica. Durante años el género de lo que la mayoría suele entender por fantasía heroica, ha estado dominado por lo que escribieron dos grandes autores: J.R.R Tolkien y Robert E. Howard. El primero creando un mundo amplio y vivo, basándose en las mitologías de los pueblos anglo-sajones, celtas y las sagas nórdicas y artúricas, mezclándolo con el folclor de la Europa Medieval; el segundo por su lado, aportando una visión con su ficción histórica de un pasado remoto e idealizado, como lo fue la Atlántida o la Hiboria, añadiendo además el tema de la aventura en sí misma, la decadencia de la civilización y la sobrevivencia del más fuerte.
Estos dos escritores, formaron los dos grandes pilares sobre los que se fundamenta nuestra fantasía moderna occidental, utilizando lo que el autor Charles R. Saunders llamó "el matrimonio entre la mitología y la historia", para fundamentar así, sus mundos e historias. Las visiones de estos autores, así como su aportación al género se fueron simplemente repitiendo a través del tiempo, siguiendo más o menos las mismas fórmulas, creando lo que ahora son los tropos del género.
Pero, mientras que en el oriente, Japón tiene una tradición literaria que se basa en la épica de la espada y la aventura en el género del Chambara y China posee, por su parte, el género Wuxia, pareciera que occidente solo posee la fantasía medieval europea.
Y es debido a estos factores que tarde o temprano un lector que no pertenece al trasfondo cultural en el que se basan esas historias fantásticas comienza a preguntarse ¿Es que acaso la fantasía se compone únicamente de piratas, bárbaros, reyes, dragones, elfos, enanos, magos y brujas celtas?
¿Son los japoneses, los chinos o incluso los indios, con su industria de cómic con súper héroes inspirados en mitos hindúes, los únicos que pueden hacer una fantasía propia?
Buscando, el verdadero interesado descubre que no es así, pues existen, por ejemplo, el Péplum, el subgénero de Espada y Sandalia que toca a las culturas que aparecen en el Antiguo Testamento, la Sword & Soul la fantasía heroica africana y que además, hay varios autores latinoamericanos que están intentando escribir historias de fantasía prehispánica.
Tres de estos autores, precisamente, son los que se unen, primero, para trabajar con el subgénero que ellos llaman Macuahuitl y Nahuatl, y segundo, para a través de una revista literaria, promover no solo el género fantástico, sino para desarrollar una fantasía multicultural e invitar a otros autores a que hagan lo mismo.
Esta revista es nombrada Quinta Raza, esto en honor a la visión que tenía el escritor y filósofo José Vasconcelos, sobre una nueva civilización sin distinciones. Del mismo modo, a través de la fantasía heroica, se busca representar aquellas voces que nos hablan de una historia, una mitología y un folclor más allá del medioevo europeo.
Se intenta pues, recordarnos las posibilidades de esa fantasía multicultural, desde la Universopolis.
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