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Foto del escritorGuillermo Moreno

Reseña de Leopardo Negro, Lobo Rojo

El grimdark como estilo es algo que se puede aplicar a otros subgéneros de la fantasía, eso quedó claro en el artículo anterior. En caso de que no sepan que estoy comentando, pueden ver este artículo. Y, si desean saber más de lo que es la fantasía multicultural, pueden leer este artículo escrito por Paulo sobre el mismo tema. Hago este preámbulo porque vengo a hablar de una de las novelas más interesantes que leí entre finales de diciembre del 2020 y principio de enero del 2021.



Leopardo Negro, Lobo rojo es el título de la primera novela que conformará la trilogía de la Estrella Oscura escrita por Marlon James. Esta fue publicada en el año 2019. La primera pregunta que debemos hacer es ¿Quién es Marlon James? Pues este señor es un autor jamaiquino, famoso porque su anterior novela: Breve historia de siete asesinatos, fue premiada con el Man Booker Prize 2015 a la mejor novela del año en lengua inglesa, y finalista del Premio Nacional de la Crítica en los Estados Unidos. No conforme con ello, su primera novela, John Crow’s Devil, fue finalista del concurso: Los Ángeles Times Book Prize y del Commonwealth Writer’s Prize.


Como ustedes pueden ver el señor James tiene una buena trayectoria. Gracias a esta ha decidido internarse en las fangosas selvas del grimdark con una novela que genera emociones encontradas. Verán, yo antes de leer una novela o reseñarla, suelo pasarme por algunos sitios de críticas y reseñas, como Goodreads —por ejemplo— para ver que dice la gente de la novela. Evito los spoilers y todo eso, pero si deseo saber si vale la pena, cuáles serán las expectativas y todo eso. En el caso de Leopardo Negro, Lobo Rojo las reseñas eran variadas.


La mentada novela entra dentro de esa categoría de novelas que odias o amas, al parecer no hay puntos medios. Para algunos es terrible, para otras difícil y complejas, para algunos es una obra magnifica ¿Para mí?... bueno… todo a su tiempo.


Leopardo Negro, Lobo Rojo es una novela de fantasía que pertenece a un subgénero de la Espada y Brujería poco conocido —al menos para los hispanoparlantes—estoy hablando de la Espada y Alma. Esta no es más que una espada y brujería o una fantasía épica que tiene como contexto la historia y el folklore africano ¿Sencillo? Sí, pero si desean saber más aquí hay un artículo que recomiendo mucho. No conforme con ello, por aquí pueden descargar el número de Quinta Raza dedicado a ese subgénero.

Otra de las característica de esta novela es que también tiene su toque grimdark. Aquí se puede observar todas las tipologías de este estilo, están abordados muy bien. Aunque, en algunos puntos parecieran que caen en los errores típicos de los aspirantes a escritores grimdark.

Como ustedes pueden ver estamos ante la mezcla de dos elementos. Pero, hay otras variables que hacen a esta novela algo realmente novedoso. Pero, ante de ello, nos preguntamos ¿De qué va esta novela? Pues sobre lo siguiente:


El Rastreador es conocido por sus habilidades como cazador: «Tiene un buen olfato», se dice de él. Contratado para encontrar a un misterioso niño que ha desaparecido, el Rastreador rompe su propia regla de no trabajar con nadie y se encuentra de pronto como parte de un grupo que debe colaborar y apoyarse para llevar su objetivo a buen puerto. Se trata de un grupo heterogéneo, formado por personajes inusuales, cada uno con sus propios secretos, incluido un hombre capaz de cambiar de forma a su antojo conocido como el Leopardo. Mientras el Rastreador sigue el olor del chico, el grupo se enfrenta a criaturas que intentan que no lleguen a su objetivo. Y mientras luchan para sobrevivir, el Rastreador empieza a preguntarse quién es realmente ese niño, por qué ha estado perdido durante tanto tiempo y por qué todos intentan evitar que sea encontrado. Y algo más importante: ¿quién está contando la verdad en esta historia y quién está mintiendo?


Hasta aquí todo está bien; seguro piensa que estamos frente a una trama sencilla; la típica trama de la búsqueda. Pero lo cierto es que no es así. Estamos frente a una novela compleja, que nos presenta un mundo interesante desde la perspectiva de un personaje un tanto particular.

Verán, esta novela es atípica dentro del género. Y es que desde mi adolescencia, yo no me había enfrentado con una historia que fuese como las capas de una gran cebolla. Lo más parecido —y más complejo— fue cuando leí Cien Años de Soledad. Con esto abordaremos un punto interesante: la narración.

La historia está contada en primera persona. Lo cual, de plano, nos pone en un predicamento, porque no se sabe si el narrador de entrada es confiable. No conforme con ello, el narrador tiene la tendencia a divagar e introducir otras historias dentro de la historia misma. Dándonos la sensación de hallarnos dentro de esos sueños que se encuentran dentro de un sueño que está dentro de un delirio. Es por ello, que en muchas de las reseñas que leí, las personas consideraban que esta es una novela difícil de leer. A mí, no me resultó difícil de leer, con prestar un poco de atención, caes en cuenta de los giros y las rupturas cronológicas. Todo era cuestión de estar pendiente y armar el rompecabezas, siendo sincero, más difícil me pareció la lectura de Memoria de Hielos, de Steven Erikson, porque allí se hacían referencias a las dos novelas previas, que no tenía a mano.


Dado que la novela está contada en primera persona, vemos una gran ausencia de florituras y metáforas elaboradas. Las peleas destacan por su crudeza y sencillez, los personajes van a lo suyo y ya. Esto también pasa con las descripciones; algo que por un lado es bueno, porque el autor podría haber perdido el tiempo en descripciones, o haber pecado por ser escaso.

Como sea, la novela logra engancharte, aunque no esperes que te atrape desde el principio. Si bien es cierto que el primer capítulo es una obra maestra a la hora de presentarse al protagonista, con tres relatos, sobre tres momentos de su vida, James nos dice: Quien es el Rastreador.

Otros de los elementos, que más me llamó la atención de esta novela, es el Mundo. En primer lugar pensaríamos que estamos frente a un universo secundario típico, salvo que fuera del contexto usual. Pero, en realidad hay muchas diferencias en las cuales el autor hace énfasis a través de los ojos del Rastreador.

Un mundo inspirado en el folclore y la historia africana tiene poco que envidiarle a los de la fantasía convencional. Esta ambientación recuerda a veces a cualquier pueblo que pudiese aparecer en Canción de Hielo y Fuego o la Era Hiboria de Howard. Lo digo por la crudeza, el sistema político y el comportamiento de algunos personajes. Pero, la mayor riqueza aquí estriba en el hecho de que Marlon James ha sintetizado, con gran destreza, los diferentes pueblos y culturas africanas. Así veremos que algunas zonas son realmente sofisticadas, mientras que otras son más tribales. Este énfasis lo veremos en algunos comentarios que el Rastreador realizará sobre la desnudez, la civilización y el gobierno. ¿Recuerdan que al final del otro artículo dije que la gente era mala sin importar la cultura y el momento? Pues aquí se ve clarito.


Para cerrar el apartado de la sociedad, me pareció interesante el papel que juega la desnudez y la sexualidad. Le haremos frente a un mundo donde la homosexualidad campa a sus anchas, el termino para ellos es shoga. Es más el protagonista es homosexual, pero no esperen una caricatura, aquí se trata con seriedad, como algo más. Y no, no le resta fuerza al personaje, al fin y al cabo el Rastreador es otro trasunto de Conan. Por cierto, en este apartado, contando las cosas sórdidas que ve el protagonista durante su vida, más su aventuras sexuales, el autor choca con la piedra del sexo, llegando a la sexplotación, típica de no comprender bien al grimdark.


Por último, tenemos el punto más atractivo para mí: la magia y lo sobrenatural. El Rastreador no se extiende a explicarnos la metafísica de este mundo. Parece que hay dioses, pero no se interesan mucho por el mundo. Pero la magia existe y es escasa, pero poderosa. Tenemos la magia de las Sangomas, que son sanadoras espirituales y cazadores de bruja. Luego tenemos la magia negra de las brujas, que está relacionada con el sacrificio y el consumo de vísceras humanas, especialmente de criaturas puras. Por ultimo —y esto me asqueó y encantó a partes iguales— nos encontramos con la Ciencia Blanca y las matemáticas negras. Una especie de mezcla de ingeniería genética con brujería. Los practicantes de esta ciencia oculta intentan crear vida o recrear la existente, creando así monstruos, abominaciones y demás cosas.

En cuanto al folclore, uno pensaría que este libro está lleno de zombis ¿Qué? ¿Me van a decir que cuando leyeron que esto pasaba en África no pensaron que todo estaría lleno de zombis? Pues le tengo una mala noticia, no sale ni uno. En cambio salen una serie de monstruos africanos que dan escalofríos. Algunos fueron retratados como salen en los diferentes folclores y mitologías, otros fueron reinterpretados por James.

El impundulu, el Asabosam, el Sasabosam, el adze, el elyoko entre otros, no tienen nada que envidiarle a cualquier otro vampiro, orco, ogro o ente caníbal. Y, al ser tan atípico son realmente interesantes y peligrosos.


Un Sasabosam

Ahora vamos con los personajes. Esta novela cuenta con una variada constelación de personajes, uno tan interesante como él otro.Pero hay dos personajes que destacan para mí: El Rastreador y el Leopardo.

El Rastreador es nuestro protagonista y narrador; en un principio no es más que un emulo africano de Conan, pero con el tiempo vemos que es un personaje más complejo. El Rastreador es homosexual, lo que contrasta con su hipermasculinidad, es cínico, descreído y grosero. Pero, también puede ser muy gentil, durante la novela vemos cómo va evolucionando, los eventos de su vida harán de él un hombre amargado con muchas ansias de venganza. Deseos que al final se disipan.

Este personaje es capaz de las mejores escenas de combate, pero también de escenas amorosas muy bonitas. Su relación con Mossi, que se ve retratada al final la novela, a través de sus recuerdos, es el contraste más grande. De verdad el autor nos presenta escenas muy emotivas.

Como una suerte de reverso tenemos al Leopardo. Este es un leopardo que tiene la capacidad de transformarse en hombre. Al parecer, en este mundo, muchas criaturas tienen ese don. Si el Rastreador es amargado, violento y cínico, el Leopardo es lo opuesto. Este es alegre, epicúreo, curioso. Al inicio se queja de la civilización, pero luego la abraza, la busca.

El leopardo tiene la cualidad de equilibrar al Rastreador. Cuando están juntos, este cambia se vuelve alegre y ameno. Su relación es extraña, a rato da la sensación de que tenemos un afecto que es de amantes o al rato de hermanos. Lo cierto, es que hay amor, una suerte de amor que nos dice que dos personas se pueden querer sin tener algo físico.

Por otro lado, él será el motor de algunos puntos de la historia. Aunque hay una parte de la novela en la que se pierde. Cada vez que el leopardo aparece, sabemos que hay problemas.


En cuanto al villano, pues es difícil de precisar quién es el malo: El Aesi, los vampiros. Etc. Verá, como buena obra grimdark, esto dará un vuelco. Sí, hay un rey malo y sádico a lo Joffrey o Ramsay; además de una suerte de Merlín malvado, pero lo cierto es que no podemos determinar quién es el malo. Para mí, lo más parecido es Sogolon. (Desde la muerte de Joffrey Baratheon, no había disfrutado tanto con la muerte de un personaje)

Para cerrar este punto, James, con toda la crudeza del mundo, logra crear un personaje con el cual podemos vincularnos afectivamente. Comprendemos algunas razones del Rastreador, disfrutamos de la vida con él, pero en especial sufrimos con él. Y eso, os hace ser el Rastreador.


Para cerrar tenemos la trama, que en un primer momento se nos antoja sencilla: el Rastreador, que es bueno buscando cosas, debe buscar un niño. Pero, alrededor de estas criaturas hay tanto misterio, que llega un momento en que no sabes que es verdad o que es mentira, y nuestro héroe tendrá que hacer todo lo posible para desentrañar una madeja de historias omitidas, mal contado y mentiras llanas. En el fondo nos hallaremos con una trama sórdida y política, digna de sus pares mainstream. Trama, que al final tendrá —como debe ser— su giro inesperado.


El final será agridulce en algunos aspectos, pero satisfactorios en otros. Especialmente por la forma tan rápida como todo se resuelve, pero sin caer en la deus ex machina. Si Marlon James no continúa esta trilogía, no hay pérdida, porque la novela queda resuelta y contenida en sí.

Esta novela es muy entretenida, es un claro ejemplo de lo que es la fantasía multicultural, de que se puede hacer mucho con otras culturas —oh, si el yo de 17 años se hubiese dejado de tonterías en aquel entonces, ¿Dónde estaríamos?—. Es una historia entretenida y compleja, que resultó todo un reto y placer leer. Un soplo de viento fresco en un género que podría pecar de repetitivo.


Leopardo Negro, Lobo Rojo genera sentimientos encontrados, es difícil de leer —si no estás habituado a lecturas que demanden de ti— y en algunos puntos de tragar. Te deja heridas, además de un extraño aprendizaje. Pero, más allá de que yo estoy apoyando una forma diferente de ver la alta y baja fantasía, recomendaría a todos esta novela. Es una novela que vale la pena leer y tener, si eres amante del género.

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