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Writer's picturePaulo César Ramírez

Los fantásticos "punks" del Steam

(Salvando a) Los fantásticos punks (Que no son punks) del steam

ELFPUNK, FAERIEPUNK, MEDIEVAL/ANCIENTPUNK & GREENPUNK


Publicado originalmente en "El Investigador" N°11 Enero de 2012


Hemos dicho en esta sección(1), más de alguna vez, que en realidad solo existen tres -a lo mucho cuatro- retrofuturismos que se desprenden del Cyberpunk, aunque hemos comentado que existen subgéneros en ellos mismos e incluso dedicamos nuestra octava edición a uno de ellos, el steamgoth.

 Desgraciadamente al no comprenderse con claridad el mismo steampunk (que es el que posee mayores subgéneros) se producen la serie de lo que hemos llamado “retrofuturismos instantáneos”.



El steampunk es un movimiento actualmente en expansión, en  crecimiento constante  y por lo tanto auto-definiéndose  independientemente de los 30 años que lleve su bautizo y nacimiento como género literario en los 80´s, transformándose en una tendencia que artistas y aficionados comienzan a notar alrededor de todo el mundo. Luego con ello a algunos les ha parecido que han encontrado el hilo negro y comienzan a punketizarlo todo: steampunk, dieselpunk, clockpunk, atomickpunk, greenpunk… y así se va todo por la borda.


Tres retrofuturismos, a lo mucho cuatro.

El resto NO existe o son -con mucha suerte- subgéneros.

Intentemos en este artículo acomodar cuatro de esos retrofuturismos instantáneos como posibles subgéneros de alguno de los retrofuturismos.



MEDIEVALPUNK

Cuando alguien habla de “medievalpunk” está no solo equivocado por nombrar algo inexistente sino porque tan solo lo medieval con lo punk es contrario por naturaleza. Si lo que quiere decir es que en un mundo donde se presentan elementos de la época medieval (siglo X al XV aproximadamente) siendo los mil años más oscuros de la humanidad y en donde utilicen una tecnología actual con elementos de la época, como bien maquinaria de poleas o inventos “al estilo Da Vinci”, serían claramente terrenos del Clockpunk cuya época de inspiración abarca precisamente la base de aquellos hombres que peleaban contra la oscuridad y la ignorancia generada en la era de los mil años. Cabe mencionar también aquí el mal llamado “ancientpunk” que no es  más que nuevamente Clockpunk con invenciones y tecnologías como la de Herón deAlejandría o Al Jazarhí. Por otro lado si se intenta explicar que hay cierta magia en los elementos tecnológicos, arrojamos golems mecanizados, carabelas voladoras, drakkars o barcos piratas que surcan los aires de maneras misteriosas o impulsados por primitivas máquinas de vapor sea un mundo histórico alterno o uno de ficción especulativa con una ambientación estilo Medievo, estaríamos hablando del género fantástico que - si desea ser ubicado en el Retrofuturismo- caería en lo que ha sido llamado en inglés Gaslight Fantasy (Fantasía de luz de gas, o luz primitiva)



“ELFPUNK  Y FAERIEPUNK”

Tomando en cuenta la misma ambientación medieval que ha sido tan relacionada con la fantasía épica me ha tocado leer en algunos sitios webs supuestas tendencias llamadas “elfpunk” o “faeriepunk” cuando en mundos fantásticos con tecnología incluyen este tipo de seres. Una vez más el craso error al nombrar de manera equivocada lo que no existe como tal.

Cuando los cuentos de hadas de épocas victorianas o eduardianas se tocan con la ciencia ficción hay quienes han hablado de “faeriepunk” pasando de lado o desconociendo que, nuevamente el término más adecuado sería el de un steampunk con menos ciencia ficción y más elementos fantásticos (Gaslamp Fantasy) que además difiere de la fantasía gótica, pues esos elementos al mezclarse con la ciencia ficción serían ya terrenos del steamgoth.


Es cierto que existen juegos de rol como Victoriana o el suplemento Sorcery & Steam para ambientar partidas en un mundo de fantasía con elementos steampunk en donde se incluyen elfos, dwarves, gnomos y toda clase de seres fantásticos, pero eso no los convierte en un subgénero y mucho menos en una tendencia retrofuturista. Más bien extiende las posibilidades de imaginar y desarrollar arte, en un escenario más dentro del steampunk.  




GREENPUNK

De los cuatro fantásticos punks (que no lo son) el greenpunk es el más curioso de todos. Es el único que en verdad alguien acuñó el término dándole continuidad y me refiero al publicista literario Matt Stagg. El Greenpunk tiene como filosofía un escenario donde la sociedad se recrea en armonía y consonancia con la naturaleza. El mismo Stagg en su sitio web describe al greenpunk como “un género afín del Cyberpunk y del Steampunk sin distopías oscuras donde la tecnología es la que ha tomado el control ni el romanticismo del siglo XIX”.

Dirigibles de luz solar surcando los cielos, comunicadores activados con energía cinética y agentes ecológicos vigilando a los petrocriminales.  Eso y más pueden encontrarse en el greenpunk.

La propuesta surge en el año de 2009 y es una tendencia bastante nueva en un mundo de retrofuturismos que aún luchan por definirse, a la vez que evolucionan. Algunos han tomado este sueño ecologista como bandera, alegando que el Green es notorio pero que poseen el punk con el “hazlo tú mismo” añadiendo el uso de los recursos renovables.

La tendencia suena más que loable y atractiva al grado que cuenta con un determinado número de entusiastas. Sin embargo, a menos que contenga elementos anacrónicos, NO es un Retrofuturismo, sino una tendencia ecológica dentro de la ciencia ficción. Una manera positiva de ver el futuro con un poco de más conciencia pero que no por llevar el apellido punk es retrofuturista (o punk siquiera).

Lo irónico de las cosas es que esta tendencia es la que más bases posee para poder tomar cierta fuerza entre artistas y entusiastas pues se desarrolla ya cierta literatura y algunas obras de escultura y DIY pero que sin elementos anacrónicos queda rechazada por muchos de los retrofuturistas  y que de agregársele los mismos, su futuro sin duda es ser absorbido como subgénero del steampunk y por sus características muy probablemente bajo la gaslight fantasy.



“El Gaslight Fantasy”

El término Gaslight Fantasy fue usado por primera vez en 2006 por la escritora, artista y publicista Kaja Foglio cocreadora de Girl Genius para diferenciar su obra de un cómic de la época, cuyo  nombre era “Steampunk”. Además de querer separar su obra para no ser confundida fue debido a que no caía en los estereotipos del momento (donde se limitaba al steampunk a la simple maquinaria del vapor), Foglio explica que el término le vino más a su obra por la carencia de punk y elementos más allá del steam que se relacionaban más con la fantasía.

Más tarde algunos seguidores del género fantástico tomaron el nombre para aglutinar una serie de obras derivadas o series secuela (llamadas en inglés “spin-off”) enmarcadas en la época victoriana o de fantasía al estilo de Sherlock Holmes.

Podríamos decir que la fantasía de gas o Gaslight Fantasy es lo que muchos hemos llamado “steampunk”en algunas películas por poseer la estética pero hacen más énfasis en lo visual y fantasioso.

Películas como “Sherlock Holmes” con Robert Downey Jr y Jude Law, “La brújula dorada” e incluso la adaptación cinematográfica de la obra de Moore “La Liga Extraordinaria” son claros ejemplos de a lo que nos referimos.

En ciertas ocasiones una historia puede caminar entre la delgada línea de la fantasía tocando los géneros de lo extraordinario y/o terrorífico, pasando entonces al lado oscuro del steampunk. Como son los casos de “Hellboy 2” dirigida por Guillermo del Toro o “Van Helsing” protagonizada por Hugh Jackman. 

Si bien hemos llamado al steamgoth el lado oscuro del steampunk, la Gaslight fantasy sería entonces su parte mágica y llena de aventuras, que colocaron los antecedentes para las posteriores obras pulp de principios del siglo XX.


Tomando en cuenta que en el steampunk hay diversidad entre sus seguidores -y no tan seguidores- la  fantasía gaslight es aparentemente el subgénero que más está atrayendo la atención del público en general.

Esto es normal, me parece, por que a final de cuentas el steampunk, en cualquiera de sus variantes, no deja de ser ficción y la idea de poder imaginar el cómo sería un mundo steampunk, de cualquier tipo, ya es fantástica.


Algunos no estarán de acuerdo conmigo y argumentarán que hay cosas que se pueden usar de manera científica con toques steampunk en el día a día. Para ellos, mis queridos científicos locos solo les digo:


“Aunque el steampunk se vista de ciencia, no deja de ser ficción” 


Notas


(1) Se refiere a la columna llamada "Retrofuturismo" y que apareció varias veces en la revista "El Investigador" 

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