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  • Writer's picturePaulo César Ramírez

Talwar y Dioses: la épica hindú

Fantasía inspirada en la épica, el folclor y la mitología de la región del Indostán



La península del Indostán, que abarca los actuales países de India, Pakistán, Bangladesh, Sri Lanka, las Maldivas, Bután y Nepal. Una zona que muchos asocian con la búsqueda de la paz interior y el misticismo, pero que fue el mismo territorio que logró frenar al propio Alejandro Magno. Es en esta región en donde surgen las escuelas de yoga, el budismo o el kamasutra, nacen también las epopeyas escritas en el Ramayana y el Mahabharata y por supuesto el Bhagavad-gītā, que forma parte de este último.



En el primero, se relata la historia del príncipe dios Rama y sus luchas por salvar a su esposa Sita del demonio Ravana, mientras que en el segundo se habla de la guerra de los Pandavas―dirigidos por el príncipe Arjuna, amigo del dios Krishna―en contra de los Kauravas.


El talwar por su parte, es un sable de hoja curva propio del Indostán de unos 70-90 cm de longitud total debido a la curvatura, aunque su hoja supera los 90 cm con facilidad. Su hoja es triangular, con la parte roma en el contrafilo, más pesada y normalmente más blanda que el filo para asegurar durabilidad y fuerza en el tajo. Su empuñadura hecha de metales, y única parte que suele llevar filigranas con metales o piedras preciosas, no permite el empleo de ambas manos. La menor curvatura que otros sables orientales y su menor anchura y peso en el tercio de ataque, hace pensar que los talwar iban muy ligados a un tipo de esgrima concreto.

Sable Talwar

Y es precisamente por esa diferencia con el shamshir, el sable persa, el saif árabe, el kilic turco y otros sables curvos otomanos, que elegí esa arma como símbolo de esta corriente; respecto a los dioses, es debido a la cantidad de figuras divinas―llamadas devas―que se pueden encontrar en las diferentes religiones que surgieron del subcontinente indio.


Y sí, aquí abundan los devas y su contraparte femenina, las devis, que son seres celestiales, brillantes y divinos, pero también es un lugar con demonios como los temibles asuras, siempre sedientos de poder. Otros seres considerados demoníacos o malvados son los cambiantes rakshasas, los pisachas, demonios caníbales, los vetalas o vampiros del Indostán y los danavas, certeros y letales con su arco de rayos y relámpagos.

De igual forma, muchos otros tipos de criaturas habitan en el folclor indostánico, como los gigantes, llamados daityas, los naga, semidioses con diversas formas de serpiente, los kinnara, feroces guerreros con cabeza de caballo, los hombres mono de nombre vánara; los alados gandharvas, los iaksas y las iaksis, espíritus de la naturaleza y los fantasmas o espíritus llamados bhuta y preta.


Y, como siempre, no nos estamos inventando nada. El autor indio, Amish Tripathi lanzó su primera novela The Immortals of Meluha, en 2010 que se convirtió también en la primera de la llamada “Trilogía de Shiva”, dando paso ahora a la la serie de libros de Ram Chandra.

libros del autor Amish Tripathi

Tripathi ha optado por aprovechar la rica base de mitos y leyendas de la cultura hindú, con cientos de dioses y miles de años de historias tradicionales que revisar, adaptar y utilizar, mezclando fantasía y novela histórica, con toques críticos de religión y filosofía, haciendo precisamente esto que he nombrado "Talwar y Dioses".

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